Una mujer fue acusada
de homicidio por la muerte de dos de sus hijos a quienes habría colocado en un
horno y luego lo encendió, según se desprende de la investigación policial.
Lamora Williams, de
Atlanta, había renunciado a su trabajo hacía algunas semanas por no tener con
quién dejar a sus hijos, de 1, 2 y 3 años. Desesperada y con un evidente
desequilibrio mental, decidió acabar con las vidas de los menores.
En principio, la mujer
intentó negarlo cuando fue confrontada por las autoridades, asegurando que los
dejó con una niñera y los halló muertos al volver.
Sin embargo, las
pruebas y testimonios revelaron la horripilante masacre. Aunque la autopsia
todavía no determinó las causas de la muerte de los dos menores, la policía
halló quemaduras en los cuerpos, que
corresponderían al horno del domicilio.
Luego de cometer los
asesinatos, Williams, de 24 años, llamó en primer lugar a una amiga y luego al
padre de los bebés, Jameel Penn.
—Están muertos —le
dijo.
Penn le preguntó a
quiénes se refería y obtuvo la terrible respuesta a través de la videollamada,
que mostró la escena del crimen en directo al padre.
El devastado padre
junto a sus dos hijos mayores
"Ahora cada vez
que cierro los ojos, eso es lo que veo. Ya no tengo alma", sollozó el
padre en una vigilia realizada con su familia, vecinos y amigos.
"Ja"karter y Keyante son mi mundo, mi todo. Estoy perdido".
Así, fue el padre quien
alertó a la policía. El tercer hijo de la pareja, Jameel Jr., de 3 años, fue
encontrado a salvo, pero habría presenciado los traumáticos hechos.
Williams quedó detenida
sin derecho a fianza, mientras que su hermana pidió que sea vigilada
especialmente por temor a un intento de suicidio.
Tags:
Internacionales